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Por Dr. Antonio Rodríguez Carrión.
La exposición a elevadas temperaturas supone una agresión a nuestro organismo pues hay peligro de aparición de cuadros clínicos más o menos graves (agotamiento por calor, insolación) y de agravamiento de una enfermedad crónica (especialmente enfermedades circulatorias y respiratorias). Si existe deshidratación los medicamentos están más concentrados en la sangre y, por tanto, su efecto aumenta, pudiendo originar reacciones graves.
¿Qué es una ola de calor?
La definición de una ola de calor se realiza a partir de un incremento de la mortalidad como consecuencia de una sucesión de altas temperaturas durante dos o más días. La temperatura máxima diaria desde la que se observa aumento de la mortalidad varía de una zona a otra, siendo en el caso de Madrid de 36´5 grados, 41 ºC para Sevilla y 30´3 ºC para Barcelona.
¿Quiénes tienen más riesgo de sufrir las consecuencias de una ola de calor?
La población más vulnerable a los efectos del calor son las personas mayores de 65 años, especialmente si viven solas y con escaso apoyo socio-familiar, o están enfermas o con situación económica desfavorecida. Los lactantes y los niños menores de 5 años también son muy sensibles al calor.
Otras personas con elevado riesgo son las que realizan un sobreesfuerzo físico o presentan quemaduras solares, así como las que padecen alguna de las siguientes enfermedades: tensión alta, enfermedades respiratorias y cardíacas, obesidad y trastornos mentales.
Otros factores que aumentan el riesgo de sufrir las consecuencias de altas temperaturas son la humedad elevada y el consumo de bebidas alcohólicas (incluida la cerveza).
¿Qué niveles de temperatura son peligrosos?:
Aunque influyen factores diversos tales como la humedad y lo habituado que estén los habitantes de esa zona a unas determinadas temperaturas, como orientación tenemos:
- Temperaturas no superiores a 36,5º C: Situación de normalidad. Se aconseja seguir las recomendaciones propias de esta época.
- Temperatura entre 36,5º C y 38,5º C: Nivel de precaución. Se aconseja que la población mayor extreme su cuidado: Hidratación adecuada y Evitar salir a la calle en las horas de calor
- Temperaturas superiores a los 38,5º C o cuatro días consecutivos con registros superiores a los 36,5º C: Nivel de alerta. Se aconseja a la persona mayor que aumente su cuidado personal y que esté en contacto con familiares o cuidadores sociales y/o sanitarios. En caso de sentirse indispuesto: agotamiento, calambres musculares, dificultad para pensar o mareos, llamar al Centro de Salud.
¿Qué síntomas aparecen en una urgencia relacionada con el calor?
Ante un calor ambiental muy elevado, o tras la exposición directa al sol, los síntomas de alerta que nos hacen sospechar que el calor está afectando gravemente a una persona son: calambres musculares en brazos, piernas o abdomen, aturdimiento, debilidad y pérdida de sueño. La piel puede estar fría, húmeda, pálida o sonrosada (“agotamiento por calor”), o bien puede estar caliente, enrojecida y seca (“golpe de calor”).
Los principales CUADROS CLÍNICOS relacionados con el calor son:
- Golpe de calor (“insolación”): es grave. El organismo no puede controlar su temperatura, la cual aumenta muy deprisa hasta los 40 grados. La piel está caliente, roja y seca (puede haber quemaduras en caso de exposición directa al sol). Hay fuertes dolores de cabeza, mareos, pérdida de conciencia, convulsiones. Pulso débil y acelerado.
Es preciso la asistencia médica urgente (061) y mientras llega hay que colocar al paciente en un sitio fresco y enfriarlo con aire y con agua fría (ducha, baño frío o mojando sus ropas). - Agotamiento por calor: aparece después de varios días de calor y de sudoración intensa, manifestándose con pérdidas de conocimiento, debilidad, cansancio, insomnio y agitación nocturna. Hay que buscar un sitio fresco, beber agua, zumo de fruta y consultar a los servicios de salud si estos síntomas persisten más de una hora o se agravan.
- Sarpullido por calor: es una irritación de la piel con granos o pequeñas ampollas que aparecen especialmente en cuello, pecho, ingles, codos y rodillas . Es muy frecuente en niños. Está producido por la sudoración excesiva en ambientes cálidos y húmedos. Buscar un lugar fresco y menos húmedo. Lavar y secar la zona afectada y aplicar talco. Evitar las cremas pues conservan el calor y la humedad.
- Eritema solar: es una quemadura en la piel ocasionada por la exposición directa al sol. La piel parece roja, dolorosa y caliente (“quemadura de primer grado”). Usar compresas frías y lociones hidratantes. No utilizar cremas.
Si aparecen ampollas ya son “quemaduras de segundo grado”, por lo que se debe acudir a los servicios sanitarios para su valoración y tratamiento.
¿ Cómo defenderse de una ola de calor?:
- Tomar agua aunque no se tenga sed: un mínimo de un vaso cada 2 horas, y bebidas frescas sin alcohol. Las bebidas alcohólicas (tinto de verano, cerveza, etc.) son diuréticas, es decir, provocan aumento de la cantidad de orina y, por tanto, favorecen la deshidratación. Las bebidas con cafeína también son diuréticas y, por tanto, deben evitarse.
- Ofrecer a los niños agua con abundancia y siempre que se despierten durante la noche.
- Preparar los biberones en el momento de darlos.
- Comer según costumbre, haciendo comidas más pequeñas y frecuentes y evitando exceso de carnes grasas. Mejor frutas y legumbres verdes.
- Evitar actividades intensas. Si no hay más remedio que hacerlas, aprovechar las primeras horas de la mañana.
- Usar ropa holgada con colores claros.
- Permanecer en los lugares más frescos de la casa.
- Cerrar las ventanas y cortinas de las fachadas expuestas al sol, abriéndolas de noche para que corra el aire.
- Usar el aire acondicionado o, en su defecto, ventiladores.
- Tomar baños y duchas, o utilizar toallas húmedas sobre la piel para refrescarse.
- En caso necesario buscar lugares públicos con aire acondicionado (bibliotecas, centros comerciales, cines, cafeterías, hogar del pensionista u otros).
EVITAR:
- permanecer en el coche con las ventanas cerradas
- comidas calientes y pesadas, así como las muy azucaradas
- salir en horas de calor extremas, desde el mediodía hasta el atardecer (12 a 19 h). Si hay que salir debe protegerse la cabeza y usar cremas de protección solar de factor 15 o más, y llevar una botella de agua.