Yoga, el ejercicio cuasi milagroso, o al menos esta vez
Miguel López Salas Desde hace unos años mi esposa venía padeciendo de unos dolores en las rodillas que cada vez la estaban dejando más y más incapacitada para una serie de movimientos muy corrientes y comunes en una vida cualquiera, de una persona cualquiera. Tales como doblar la rodillas para agacharse o levantarse del suelo, subir unas escaleras le suponían un verdadero calvario que a veces no podía evitar, por ejemplo: tener que subir a un primero donde vivía su madre para atenderla, estar muy limitada para jugar de forma física con los nietos o cogerlos en brazos, subir una…