Desde hace unos años mi esposa venía padeciendo de unos dolores en las rodillas que cada vez la estaban dejando más y más incapacitada para una serie de movimientos muy corrientes y comunes en una vida cualquiera, de una persona cualquiera. Tales como doblar la rodillas para agacharse o levantarse del suelo, subir unas escaleras le suponían un verdadero calvario que a veces no podía evitar, por ejemplo: tener que subir a un primero donde vivía su madre para atenderla, estar muy limitada para jugar de forma física con los nietos o cogerlos en brazos, subir una cuesta, con las que hay en nuestro pueblo, cosas tan corrientes que a veces no se daba cuenta y que después la naturaleza les pasaba la factura en forma de dolores y pinzamientos. Porque a esto había que añadir que está operada de hernia discal y que no quedó bien del todo.
Y mientras le daba pares y nones haciendo tiempo para llegar a los 65 años y colocarles dichas prótesis en las rodillas, estas duran bien unos 10 años después…
Nos vino una doctora nueva (Lara del Castillo) de medicina general y le comentó que por qué no hacía ejercicios de estiramientos. Le explicó que los médicos se lo habían desaconsejado pero que podía probar.
Estábamos esperando un curso de Thai chí que daría un gimnasio que se llama Yoga y Salud en la Bda. Andalucía. Y viendo que no empezaba por falta de alumnos nos fuimos a probar con Yoga.
Los primeros días después de tantos años con el cuerpo los más rígido posible, pues molestaba algo, pero a la segunda y tercera semana, las molestias fueron desapareciendo y fue mejorando y haciendo cosas que no podía hacer; limpiar la casa, hacer la cama, subir escaleras, ayudar en la pintura de la casa (cuatro días muy intensos) Etc.…Ha pasado el mes de agosto sin hacer ejercicios y echando de menos el Yoga. Hemos empezado y solo se han podido hacer dos clases, pero lo suficiente para un mejoramiento general.
Lo decimos porque puede que haya otras personas que tengan problemas físicos parecidos estén resignados a su suerte, incluso en el mismo Hogar del Pensionista, no sé si entran en sus actividades un curso de Yoga, que mejoraría probablemente la vida de muchas personas mayores con dolores de espalda y cervicales de tantas horas y años en la misma posición.