por Dr. Antonio Rodríguez Carrión
De todos es conocido la influencia del “tiempo atmosférico” en la salud (invierno-gripe, primavera-alergias, verano-diarreas…). El “tiempo cronológico”, es decir, el “paso de los años”, es otro factor clave en la salud. Queda un tercer tipo de tiempo, no menos importante que los anteriores, y es el tiempo que los sanitarios disponen para la atención de los ciudadanos que acuden a la consulta.
Gran parte de los usuarios de la sanidad pública se quejan de las demoras en las citas y en las salas de espera, y del poco tiempo que se les dedica una vez pasan al despacho del médico. Por otra parte, el los médicos de familia de toda España piden a la Administración Sanitaria que se les conceda un mínimo de 10 minutos por paciente, en lugar de los 5 minutos de media actuales que tienen la mayoría de los médicos de cabecera. ¿Cuál es el problema?.
Con la entrada en vigor de la Libre Elección de Médico, muchas consultas se han visto desbordadas por un excesivo número de pacientes, disminuyendo el tiempo disponible para cada paciente.
Además de la asistencia a un mayor número de ciudadanos, la presión burocrática o “papeleo” ha aumentado espectacularmente: informes médicos para pensionistas que van de excursión, informes para solicitar pensiones y “ayudas”, certificados de que el estudiante o trabajador ha estado en consulta, informes sobre accidentes de tráfico, informes de especialistas u hospitales que hay que pasar a la historia clínica del ordenador, informes para solicitar “pañales” de ancianos o para medicamentos “especiales” que precisan Visado, informes para traslado en ambulancia, hacer recetas de medicamentos prescritos por especialistas, aumento de repeticiones de recetas para tratamientos crónicos por envejecimiento de la población, informes sobre bajas laborales, informes estadísticos…
Cuando se ausenta algún médico por enfermedad o permisos reglamentarios cada vez es más frecuente que se repartan sus pacientes entre los demás compañeros, aumentando la masificación y los días de demora, lo que determina un aumento de los “número de urgencia” por parte de los pacientes que no quieren esperar, aunque en realidad no sea tal urgencia y el usuario sea consciente de ello… Ello agrava aún más la escasez de tiempo que tiene el médico para cada enfermo y las demoras en las salas de espera.
Después de tanto “papeleo” y tantas interrupciones, ¿qué tiempo queda para escuchar, explorar y tratar al paciente?. ¿En qué condiciones mentales está el médico cuando sólo ha transcurrido dos horas de consulta a un ritmo frenético, y cada paciente con un problema diferente…?.
El exconsejero de Salud de Andalucía, D. Francisco Vallejo, afirmaba que la burocracia, es decir, “el papeleo”, ocupa casi la mitad del tiempo de consulta del médico de cabecera. La exministra de Sanidad, Dª Celia Villalobos, coincidía con el Sr. Vallejo y añadía que es muy importante una correcta organización de los Centros de Salud para evitar despilfarrar un recurso tan importante como es el tiempo. Han pasado muchos años desde esas declaraciones, y en 2.011 seguimos igual…
A la falta de tiempo debido al “papeleo”, a la falta de personal sanitario y a los problemas organizativos de algunos Centros de Salud, hay que añadir el excesivo número de visitas de algunas personas a la consulta del médico o del enfermero, simplemente porque se encuentran un poco resfriadas, o porque les gusta que le tomen la tensión a menudo, o por hablar un poquito de sus achaques crónicos, olvidando que hay muchos pacientes que necesitan ese tiempo del médico o del enfermero para problemas mucho más graves…
“El tiempo es oro… y también salud…”