– Creencias erróneas entorno al tabaco

Sesión 5

“Si dejo de fumar engordaré”: el factor “peso”, especialmente el miedo a engordar al dejar de fumar, es posiblemente la principal causa del incremento del consumo de tabaco por parte de la mujer occidental. Es cierto que al dejar de fumar se tiene a recuperar cierto peso. Además, en algunas personas el fumar aumenta artificialmente (envenenando el cuerpo) la quema de calorías.

No todas las personas ganan peso al dejar de fumar. Las que ganan peso lo hace a una media de 3 kg , otras personas no engordan nada y más de la mitad no llegan a los 3 kg.  Sin embargo, algunas personas pueden engordar más de 3 kg, lo cual se debe en la mayoría de los casos a falta de ayuda profesional, lo cual hace que desvíe sus problemas de stress a comer en mayor cantidad o comer inadecuadamente (caramelos o chicles con azúcar, dulces, grasas, etc.).

Con un poco de cuidado en la dieta no siempre se engorda y más tarde se podrá perder el peso ganado. El beneficio de no fumar es más importante.

“Todos los no fumadores son unos intolerantes con  los fumadores”: todas las personas tienen derecho a respirar un aire libre de humo. El no fumador no es el que tiene que pedir permiso ni disculparse. El intolerante es el fumador, que no modifica su actitud aunque sea perjudicial para los que tiene a su lado, muchas veces personas enfermas de corazón, o de bronquios, o niños, o embarazadas.

Mi abuelo fumó como una chimenea toda su vida y vivió 90 años: millones de fumadores no tienen la suerte de su abuelo,  pues mueren a causa del tabaco sin llegar a envejecer.  Seguro que usted conoce a varios

De algo hay que morir: ¿Comería deliberadamente un alimento que contenga sustancias que producen cáncer o infarto de corazón o de cerebro? Por supuesto que no y, sin embargo, introduce humo en tu cuerpo con miles de sustancias tóxicas. No hay que temer a la muerte, pero sí debe temer al sufrimiento. Las enfermedades producidas por el tabaco matan lentamente y con mucho sufrimiento. Seguro que usted conoce a varios fumadores que se están ahogando o que han sufrido infarto. Además, si muere, dejará seres queridos sin su protección (esposa o esposo, hijos, padres ancianos…).

Estoy sano, el tabaco no me hace daño: el tabaco hace daño a todos, aunque no perciba molestias; ¿por qué a usted no le hará daño?. El tabaco es implacable, no le va a pedir opinión. En España mueren diariamente 152 personas a causa del tabaco,  de las cuales 15 son fumadores pasivos (ello equivale a un avión que cayese a diario y se matasen todos sus pasajeros). Allen Carr: “Todos los fumadores saben que están haciendo el primo y esconden la cabeza para no ver los efectos nocivos del tabaco.  Además de las “sombras negras” que todo fumador conoce, destaca la pérdida de respeto por uno mismo asociada con el ser fumador”.

Después de años fumando, el daño ya está hecho: vale la pena dejar de fumar a cualquier edad, pues  día a día se encontrará mejor y los riesgos del tabaco disminuyen progresivamente. Deje de fumar antes de que sea tarde.

Si dejo de fumar pierdo el único placer de mi vida: espere a saber qué bien se está sin fumar. El auténtico placer es el de sentirse libre por haber superado la dependencia del tabaco. Disfrutará más de las cosas buenas de la vida debido a que tendrá mejor salud, más vitalidad y más confianza en sí mismo.

Necesito el tabaco para concentrarme: la dificultad de concentración es un síntoma del “mono” que dura pocos días; pasados éstos, las funciones del cuerpo y cerebrales son más eficientes sin fumar.

Perjudica más la contaminación de la ciudad: el humo del tabaco tiene una concentración de productos tóxicos 400 veces superior al permitido internacionalmente en el medio ambiente y, por tanto, a la contaminación existente en las grandes ciudades. Si los dos padres de un niño fuman en casa, el hijo puede llegar a inhalar el humo de 5 cigarrillos a la semana.

Fumar es relajante: su cuerpo se ha acostumbrado a la nicotina y es natural que se sienta más relajado cuando obtiene la nicotina de la que se ha hecho dependiente. Pero la nicotina no es relajante sino que su acción es  estimulante, pues que aumenta la frecuencia cardiaca y los niveles de adrenalina. El fumador vive en constante sensación de inseguridad. Pasadas unas semanas sin fumar, muchos comprueban, sorprendidos, que se sienten menos nerviosos y tienen un mejor autocontrol.

No tengo suficiente fuerza de voluntad para dejar de fumar: cada día más fumadores lo consiguen; algunos a la primera, pero muchos necesitan varios intentos. Si ha recaído, inténtelo de nuevo; aprenda de los errores.

Yo puedo dejar de fumar cuando quiera: hay personas fumadoras que son simplemente consumidoras” de tabaco  y dejan el tabaco definitivamente sin sufrir “mono”, pero mientras no dejen de fumar se están envenenando. Otros fumadores son “adictos” a la nicotina y dejar el tabaco les es más difícil de lo que pensaban. Pruebe dejar de fumar durante 4 días y descubrirá si es simplemente “consumidor” o si también es “adicto”. La nicotina es una droga y no siempre se puede dejar cuando uno quiere. Cuanto más se fume más dependencia se generará, más “enganchado” estará. No rechace la ayuda que se le ofrece. Con ayuda es mucho más fácil dejar de fumar.

Dejar de fumar me pone de tan mal humor que prefiero fumar: el mal humor es debido al “mono” es temporal y después toda la familia disfrutará  de una vida más sana y de un ambiente más limpio y su carácter mejorará.

El tabaco “light” hace menos daño: los cigarrillos “light” sólo han reducido los niveles de nicotina y alquitrán, pero contienen el resto de sustancias tóxicas de todos  los cigarrillos. Algunas embarazadas y mujeres que llegan a la menopausia sustituyen el cigarrillo normal por el “light” en la creencia de que es menos perjudicial, pero ello es falso, pues las inhalaciones son más profundas y la cantidad de tóxicos que se llegan a inhalar es la misma.

Algún día lo dejaré, pero ahora es mal momento: es importante coger un buen momento, pero es fácil encontrar excusas para no dejarlo. Decídase pronto pues cualquier día puede ser demasiado tarde.

Fumar mejora mi imagen, me hace más interesante: hoy día está mal visto fumar: fumar ya  no es atractivo,  pues respira mal, su aliento huele a tabaco, sus dientes se vuelven amarillos, su ropa huele a humo y la piel se arruga más.

Fumar poco no perjudica: no existe una dosis de seguridad, es decir, por poco que se fume se corre riesgos.  Reducir es un buen comienzo para dejarlo, pero  no resuelve el riesgo de enfermar. Por ello, una vez fijada una fecha, es mejor dejarlo completa y definitivamente.

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