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Por Dr. Antonio Rodríguez Carrión.
El varicocele es una dilatación anormal de las venas del cordón espermático, especialmente en el testículo izquierdo (9 de cada 10 casos).
Es más frecuente en los adolescentes; aparece después de los 9 años y se observa en 3 de cada 20 chicos con edades entre los 10 y 15 años.
¿Cuáles son los síntomas?
No suele dar molestias, pero si el tamaño es grande puede causar tirantez y dolor.
Cuando el paciente está de pie se observa aumento de tamaño de la bolsa escrotal; al palpar se notan las venas dilatadas que dan la sensación de “bolsa de gusanos”. Estando acostado es más difícil apreciarlo.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de sospecha se basa en la observación de aumento de tamaño de una parte del escroto sin apenas molestias, y la palpación de un testículo mucho más grueso que el otro con sensación de estar tocando gusanos.
El diagnóstico de confirmación se realiza mediante análisis de hormonas en sangre (elevación de la LH) y estudiando las venas del testículo mediante la realización de ecografía Doppler.
¿Cómo se trata?
Los medicamentos no curan el varicocele.
La cirugía es la única solución cuando el tamaño de las venas dilatadas es muy grande y provoca molestia o posibles alteraciones en la función del testículo.
¿Cuáles son las posibles complicaciones del varicocele?
Aumento de la temperatura de los testículos: es debido al gran acúmulo de sangre dentro de las venas varicosas. Este aumento de temperatura puede impedir la formación de espermatozoides: los testículos deben tener una temperatura inferior a la que hay dentro del abdomen (este es el motivo de que estén en el exterior).
Falta de desarrollo del testículo («hipotrofia testicular»): es debido a la compresión de las venas dilatadas sobre el testículo y a que las arterias comprimidas aportan menos oxígeno y sustancias nutritivas. Todo ello ocasiona un testículo muy pequeño.