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por Dr. Antonio Rodríguez Carrión.
Gestionar correctamente los residuos en un establecimiento es clave para mantener un ambiente limpio, seguro y respetuoso con el medio ambiente. A continuación, se muestra cómo hacerlo de manera eficiente y práctica.
¿Por qué es importante?
Una mala gestión de los desechos puede generar problemas graves:
- Malos olores.
- Atraer plagas (insectos, roedores).
- Riesgos para la salud de empleados y clientes. Un contenedor de basura que se desborda podría contaminar superficies de trabajo o alimentos.
Características de los contenedores adecuados
Los contenedores juegan un papel esencial en la higiene del lugar. Deben cumplir con los siguientes requisitos:
- Con tapa: Evita el acceso de animales. Por ejemplo, evita que las moscas se posen en la basura y luego contaminen los alimentos.
- Apertura a pedal: Ello evita tocar el contenedor con las manos para reducir la contaminación cruzada.
- Fácil de limpiar: Los contenedores deben ser de materiales que puedan lavarse y desinfectarse regularmente. Los contenedores de plástico liso, por ejemplo, son más fáciles de desinfectar y evitarán la acumulación de bacterias en sus superficies.
Mantener el área seca y libre de polvo
La acumulación de humedad y polvo puede empeorar las condiciones de trabajo y atraer insectos. Por ello:
- Instalar desagües en el suelo que deben estar protegidos con rejillas para evitar obstrucciones, evitando con ello que el agua se estanque y proliferen los insectos.
- Evitar que el agua sucia se acumule en las áreas de trabajo, pues ello crea un ambiente insalubre que favorece el crecimiento de moho y bacterias.
Clasificación de residuos
La separación correcta es fundamental para facilitar el reciclaje. Se debe clasificar los residuos de la siguiente manera:
- Papel y cartón: Como cajas y servilletas limpias. Depositarlos en el contenedor azul, asegurándose de que estén secos. Las cajas de productos que llegan al establecimiento deben vaciarse, plegarse y colocarse en el contenedor azul.
- Plástico, vidrio y latas: Botellas, latas, y otros envases. Los envases de plástico, como botellas de refrescos, deben enjuagarse antes de tirarse al contenedor amarillo para evitar malos olores y residuos orgánicos.
- Residuos orgánicos: Restos de comida y cáscaras. Depositarlos en el contenedor marrón para su posterior compostaje.
- Residuos no reciclables: Colillas, envoltorios sucios, etc. Estos deben ir en el contenedor gris o negro. Los envoltorios de comida manchados de grasa, como papel de aluminio, deben ir al contenedor gris o negro.
Gestión de desechos especiales
Hay ciertos residuos que requieren una atención especial:
- Vidrios rotos: Recogerlos con una escoba y un recogedor, y colocarlos en una caja antes de desecharlos en el contenedor de vidrio. Si se rompe una botella en la cocina, lo correcto sería barrer los pedazos con una escoba y ponerlos en una caja o bolsa gruesa antes de desecharlos en el contenedor de vidrio, evitando accidentes.
- Aceite usado: Nunca tirar el aceite por el desagüe. Almacenarlo en un recipiente adecuado y llevarlo a un punto de recogida de aceite. Por ejemplo, el aceite usado debe almacenarse en un recipiente adecuado y llevado a un punto de reciclaje, ya que verterlo por el desagüe puede causar problemas en las tuberías y contaminación.
Consejos adicionales para una gestión eficiente
- Capacitación continua: Todos los miembros del equipo deben saber cómo separar y gestionar los residuos correctamente. Deben realizar sesiones periódicas de formación para que el personal esté al día con las mejores prácticas para el manejo de residuos.
- Frecuencia en el vaciado: No dejar que la basura se acumule. Si un contenedor de basura está a punto de llenarse, vaciarlo inmediatamente para evitar que se desborde.
- Prevención de contaminación: La basura al sol genera más gases contaminantes y bacterias.
Equipos y superficies de trabajo
La limpieza también aplica a las herramientas y superficies del establecimiento:
- Utensilios: Lavar y desinfectar los utensilios antes y después de usarlos. Un ejemplo de práctica segura es lavar cuchillos y tablas de cortar inmediatamente después de usarlos para evitar la contaminación cruzada con otros alimentos.
- Superficies: Deben de materiales lisos y fáciles de limpiar. Las mesas de trabajo de acero inoxidable son ideales, ya que son fáciles de limpiar y no retienen bacterias como otras superficies porosas
- Limpieza sin trapos: En lugar de utilizar trapos de cocina, que acumulan bacterias, se recomienda usar papel desechable para limpiar superficies y utensilios, garantizando una mayor higiene.
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Guía rápida de RECICLAJE
Artículo
Eliminación de residuos domésticos
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