Pediatría: Gripe

Por Dr. Antonio Rodríguez Carrión.

¿Qué es?

GripeLa gripe o influenza es una enfermedad respiratoria aguda causada por virus gripales.

Casi todos los inviernos hay epidemia de gripe de extensión y gravedad variables.

¿Cómo se contagia?

El virus de la gripe se transmite a través de gotitas de saliva emitidas con la tos y el estornudo, aunque también puede transmitirse por contacto mano a mano y por otros contactos personales (beber de un mismo vaso).

El primer indicio de comienzo de una epidemia de gripe es el mayor número de niños con resfriado y fiebre que consultan al médico. Ello va seguido de un aumento de los casos de gripe en adultos y, finalmente, de un mayor número de ingresos hospitalarios de pacientes con neumonía, agravamiento de pacientes que padecen del corazón y de pacientes con asma o bronquitis crónica.

¿Cómo se manifiesta?

Los síntomas aparecen de pronto en forma de tiritona, dolor de cabeza, dolores musculares en espalda y piernas, dolor en los ojos con la luz y al moverlos. Todo ello se acompaña de fiebre elevada, ojos brillantes y rojos con apariencia llorosa, tos y dolor de garganta.

En ocasiones la gripe se presenta de forma parecida a un simple resfriado. Otras veces se manifiesta con intenso decaimiento pero con pocas molestias respiratorias.

Las personas vacunadas contra la gripe pueden padecerla de una forma leve (poca fiebre y síntomas poco intensos).

Es característico que afecte a muchas personas a la vez.

¿Cómo evoluciona?

La evolución de la gripe es generalmente benigna. Los síntomas permanecen entre 5 y 7 días, aunque la tos y la falta de fuerzas pueden persistir una o dos semanas más.

En pacientes fumadores o con defensas disminuidas (mayores de 65 años, diabetes, enfermos de riñón o corazón, trasplantados, etc.) pueden aparecer complicaciones, a veces muy graves.

La complicación más frecuente es la bronquitis aguda y la más grave es la neumonía, la cual se presenta como una gripe aguda que no cura en el plazo de 5 a 7 días, sino que se agrava con fiebre persistente y sensación de ahogo.

Otras complicaciones de la gripe son el empeoramiento de una bronquitis crónica o el empeoramiento del asma.

Sospecha de evolución grave de una gripe

  • Tos persistente con esputos de color amarillo, marrón o verde.
  • Dolor en una zona del pecho.
  • Dificultad para respirar.
  • Fiebre que dura más de 10 días.
  • Somnolencia o desorientación persistente: a veces es la única manifestación de una neumonía en un anciano.

Tratamiento de la gripe

En los casos de gripe no complicada, sólo requiere tratamiento de los síntomas y reposo.

Al igual que en el resfriado, en la gripe no son eficaces los antibióticos, salvo que haya complicación por algún microbio bacteriano o como preventivo en personas con evidentes posibilidades de sufrir complicaciones pulmonares bacterianas, como las que padecen bronquitis crónica o disminución de defensas.

Los antivirales contra la gripe (oseltamivir-Tamiflu® y zanamivir-Relenza®) son medicamentos que impiden la penetración del virus gripal dentro de la célula, pero no tiene actividad directa sobre el virus una vez que ya ha invadido la célula y está produciendo la enfermedad.

Durante mucho tiempo se ha recomendado la vitamina C para prevenir y tratar la gripe, pero no se ha demostrado su eficacia en tales acciones.

El tratamiento de la gripe consiste únicamente en aliviar los síntomas:

  • Guardar cama, abrigarse bien y tomar abundante líquido (agua, zumos).
  • La falta de apetito es normal durante la enfermedad: las frutas (plátano) y cereales proporcionan suficiente energía mientras dura la enfermedad.
  • Para la congestión nasal lo más indicado es aplicación de suero salino en las fosas nasales (Rhinomer®, Sterimar®). Se puede emplear varias veces al día sin limitación de tiempo. Si el paciente no mejora puede ser que tenga algo de alergia; para ello se puede utilizar un descongestivo con antihistamínico o corticoide que haya sido prescrito por el médico. Estos descongestivos no deben usarse más de 5 días: pueden lesionar la mucosa de la nariz, elevar la tensión arterial, producir insomnio o aumentar la congestión nasal “de rebote” en personas predispuestas. Los descongestivos antihistamínicos pueden ocasionar taquicardia y sueño (peligro al conducir o al manejar máquinas peligrosas).
  • Para la tos y para la mucosidad de la garganta y tráquea lo mejor es una buena hidratación (agua, zumos). La tos “productiva”, es decir, la que permite expulsión de la mucosidad, es beneficiosa, por lo que sólo debe utilizarse medicamentos contra la tos en el caso de tos seca que impide dormir o altere las actividades diarias (los antitusivos con codeína pueden provocar somnolencia y estreñimiento).
  • Para la fiebre y el dolor se puede utilizar paracetamol o ibuprofeno.

En enfermedades producidas por virus (resfriado, gripe, varicela, etc.) no debe emplearse el ácido acetil-salicílico (Aspirina®), ni sus derivados, en menores de 18 años, pues existe el riesgo de sufrir graves complicaciones (síndrome de Reye).

En la gripe no son eficaces los antibióticos, salvo que haya complicación por alguna bacteria o como preventivo en personas con evidentes posibilidades de sufrir complicaciones.

Prevención

Evitar contacto con pacientes de gripe y objetos posiblemente contaminados.

Lavado frecuente de manos.

La principal medida para prevenir la gripe es la vacunación: proporciona protección eficaz en 8 de cada 10 vacunados.

¿Quiénes deben vacunarse?

Se aconseja la vacunación antigripal de cualquier persona de más de 6 meses de edad con riesgo elevado de padecer complicaciones gripales (pacientes con trastornos respiratorios como asma o bronquitis crónica, diabetes, hipertensión, enfermedades del corazón, enfermedades renales o enfermedades con disminución de las defensas). También se recomienda la vacunación de personas de más de 65 años aunque estén sanas.

Las personas que cuidan a enfermos de alto riesgo o que mantienen frecuentes contactos con ellos deben vacunarse, con el fin de disminuir la probabilidad de contagiar la gripe al enfermo.

Es aconsejable la vacunación de las personas que trabajan en servicios esenciales de la comunidad, para evitar trastornos importantes en los mismos durante los brotes epidémicos (policía, bomberos, sanitarios, transportes, ambulancias).

¿Cuándo hay que vacunarse?

La vacuna debe administrarse a comienzos del otoño, antes de que aparezcan los brotes de gripe.

¿Pueden vacunarse las mujeres embarazadas?

Es conveniente la vacunación antigripal en aquellas mujeres embarazadas en las que coincida el último trimestre de la gestación o el puerperio con la temporada gripal. Aunque la vacuna gripal inactivada se considera segura en cualquier momento del embarazo, conviene limitar el uso de vacunas durante los primeros meses de gestación y esperar al segundo trimestre para la vacunación.

Reacciones de la vacuna

La vacuna ocasiona pocas reacciones, las cuales pueden ser una fiebre ligera y molestias generales leves que aparecen 8 a 24 horas después de la vacunación y no precisan tratamiento.

Como la vacuna se prepara con huevos, las personas alérgicas a los productos del huevo no deben vacunarse.

Otros

Reye, R. Douglas (1912-1978): Médico patólogo australiano que en 1962 dio a conocer el síndrome que lleva su nombre (ver síndrome de Reye).

Síndrome de Reye: Enfermedad grave de causa desconocida que afecta preferentemente a niños y adolescentes provocando lesiones en diferentes órganos, especialmente cerebro e hígado. Se ha observado relación con infección por virus (por ej. resfriado, gripe, varicela, paperas) y haber tomado aspirina (ácido acetil-salicílico). Se manifiesta con vómitos, agitación y confusión mental, somnolencia y coma.

Artículos relacionados