por Dr. Antonio Rodríguez Carrión
La alimentación del diabético debe ser variada y sana, como la de cualquier otra persona, evitando sobre todo los alimentos que contengan azúcar refinado (caramelos, dulces, helados, refrescos con azúcar, chocolate, etc.) y grasas de animales (tocino, manteca, etc.).
Es muy importante tomar abundante verdura y fruta fresca.
Se puede tomar pan normal, aunque es preferible el integral. Es muy aconsejable el arroz, garbanzos, alubias, lentejas, patatas, calabazas, etc., todo ello en las cantidades que indique el enfermero o el médico.
La carne debe contener poca grasa (mejor la carne de ave, sin piel). El pescado es también muy aconsejable y puede ser de cualquier tipo, “azul o blanco”. Los pescados y carnes en conserva tienen muchas calorías, por lo que deben evitarse. Ocasionalmente se puede comer mariscos.
Se pueden tomar hasta 3 huevos enteros a la semana. La leche debe ser desnatada (dos vasos al día o 3 yogures desnatados). El queso debe ser desnatado. La mantequilla tiene mucho colesterol, por lo que debe sustituirse por aceite de oliva. El queso curado tiene mucha grasa y muchas calorías, por lo que sólo se tomará ocasionalmente y en muy pequeña cantidad.
Los embutidos tienen mucha grasa y engordan mucho, por lo que deben evitarse en lo posible.
Las frutas en almíbar tienen mucha azúcar, por lo que no deben tomarse. Los frutos secos también tienen muchas calorías y engordan, por lo que sólo se tomarán ocasionalmente.
El vino, cerveza y demás bebidas alcohólicas deben evitarse, pues el alcohol es muy perjudicial para el diabético. Puede tomarse refrescos sin azúcar y, ocasionalmente, cerveza sin alcohol.
¿Cómo deben cocinarse los alimentos del diabético?
Las verduras deben tomarse preferiblemente crudas, en ensaladas, pues así conservan todas las vitaminas. También pueden tomarse cocidas. La verduras no deben consumirse fritas pues el aceite tiene muchas calorías y engorda mucho (además, el calor destruye muchas vitaminas).
Los pescados y, sobre todo las carnes, es preferible cocinarlos a la plancha o al horno en lugar de fritos, para así eliminar parte de la grasa que contienen.
A los cocidos y potajes se les puede echar tocino, embutidos, aceite (poco) y las especias correspondientes, para darles sabor, pero ni el tocino ni las chacinas deben comerse (todo lo más, «probar una mijita» ocasionalmente). La sal debe ser escasa, sólo la suficiente para dar sabor. Se pueden echar todos los aliños que se desee (especias, perejil, hierbabuena, limón, pimiento, tomate, cebolla, etc.)
NOTA IMPORTANTE:
Como se habrá observado, no hay que hacer varios tipos de comidas por el hecho de que haya algún diabético en la familia. Una comida sana sirve para todo el mundo (niño o adulto, diabético o no diabético). Únicamente los diabéticos deben ser más estrictos con ciertos alimentos (alimentos dulces, grasas animales y alcohol).
Si la persona diabética sigue estas instrucciones dietéticas, junto con caminar diariamente al menos una hora y NO FUMAR, seguro que mejorará grandemente su calidad de vida.