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Por Dr. Antonio Rodríguez Carrión.
¿Qué es la tortícolis?
La tortícolis es un trastorno en el que los músculos de un lado del cuello quedan contraídos, lo que determina que el cuello quede torcido hacia ese lado y la barbilla gira hacia el lado sano.
¿Por qué se produce las tortícolis?
Lo más frecuente es que la tortícolis se produzca al estar tumbado y quedarse dormido con el cuello doblado de modo forzado. Ello provoca una irritación de los nervios del cuello que da como resultado un espasmo en los músculos de esa zona (los músculos quedan “agarrotados”). Por ello aparece con mayor frecuencia al levantarse por las mañanas o cuando nos quedamos tumbados de medio lado en un sofá, sujetando la cabeza con una de las manos, lo cual hace que el cuello quede doblado de forma exagerada). También puede producirse por un movimiento brusco (frenazo de un coche), o por ansiedad y por otras causas menos frecuentes.
Síntomas de la tortícolis
La cabeza queda doblada la cabeza hacia el lado de la contractura con imposibilidad de mover el cuello, existiendo gran dolor en esa zona.
Las recaídas son frecuentes si no se corrige la postura del cuello.
Diagnóstico de la tortícolis
Es muy fácil pues basta analizar los síntomas y observar la postura de la cabeza. A la palpación del cuello y espalda se aprecia contracturas muy importantes de los músculos afectados.
Tratamiento de la tortícolis
Calor local a base paños secos calientes. Son muy útiles los masajes suaves sobre los músculos afectados, al objeto de eliminar la contractura, siguiendo al músculo longitudinalmente. En ocasiones puede ser necesario aplicar calor con infrarrojos, ultrasonidos y hacer estiramientos de la zona contracturada.
Una tortícolis puede y debe tratarse desde las primeras horas de su aparición.
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