Por Dr. Antonio Rodríguez Carrión.
Es una complicación de la diabetes caracterizada por lesiones en los pequeños vasos sanguíneos que nutren a la retina, lo cual da lugar a pequeños derrames de líquido (“edema”) y pequeñas hemorragias, así como formación de nuevos vasos sanguíneos que conllevan a una disminución progresiva de la visión.
El tratamiento consiste en evitar el avance del daño en la retina mediante control adecuado de la diabetes, cirugía láser y vitrectomía si aparece hemorragia en el vítreo.