Los vecinos creen que los viajes son un atraso que perjudica su vida laboral

La Voz de Cádiz – 03/09/2006 – Antonio Romero
 
En el pueblo de Ubrique, los vecinos se muestran confiados en que estas protestas que iniciaron hace algunos meses, desde el 13 de mayo, llegarán a buen puerto y podrán disfrutar pronto de las especialidades médicas en el municipio.

Encarnación Oliva, una asistenta de ayuda a domicilio, comenta que «aquí hay muchas personas con incapacidad total a quienes les cuesta la misma vida bajar al centro de salud. Para estos pacientes es una auténtica odisea tener que desplazarse 30 kilómetros cada cierto tiempo para realizar unas simples revisiones; no se puede concebir en el siglo en que estamos».

Otras personas, sobre todo los mayores, destacan el gasto económico que supone ir a Villamartín para recibir esta asistencia. Ése es el caso de Francisco Trujillo: «A mí, que soy pensionista, y ya sabemos como son las pensiones, me cuesta 45 euros ir a visitar al médico, un dineral, ya que yo estoy mal de la pierna y no puedo ir andando desde mi casa a la estación de autobuses de Ubrique y, lo que es peor, desde la de Villamartín al hospital, que hay varios kilómetros, tengo que coger un taxi que termina comiéndose media pensión».

Cierre del negocio

José Luis Coronel, presidente de la Asociación de Comerciantes de Ubrique comenta que «para el pequeño comerciante es un atraso. No podemos dejar a nadie a cargo del negocio, nos exigen que esa persona esté asegurada, y por lo tanto, debemos cerrar para ir al médico».

Mientras, otros trabajadores autónomos como en el caso de Modesto Carrasco, denuncian que tienen que «perder un día de trabajo para recibir una asistencia médica rutinaria».

Artículos relacionados