Por Dr. Antonio Rodríguez Carrión.
Es un trastorno en el que existe desviación de un ojo hacia dentro “estrabismo convergente” o hacia fuera “estrabismo divergente”. Es frecuente en los niños menores de seis años.
Varios factores influyen en la aparición del estrabismo:
- Herencia.
- Visión desigual de un ojo respecto al otro; por ejemplo, un mayor grado de miopía, un astigmatismo o una catarata congénita.
- Lesiones de los músculos oculares o de los nervios que los inervan.
Los signos que hacen sospechar la existencia de estrabismo son:
- Desviación permanente de un ojo o pérdida del paralelismo.
- Visión doble o dificultad para calcular distancias.
- Inclinar o desviar la cabeza para enfocar los objetos (por ejemplo, para ver la televisión).
El diagnóstico y tratamiento del estrabismo en los niños debe ser precoz pues el ojo desviado va perdiendo visión y se convierte en un ojo “vago” o “ambliope”.
En el tratamiento se utilizan gafas, ejercicios para fortalecer los músculos del ojo y parches para forzar el uso del ojo desviado. Si las medidas anteriores no son suficientes se recurre a la cirugía o a la inyección de toxina botulínica si fuese preciso paralizar un músculo del ojo.