Tabla de contenidos
- 1 La articulación
- 2 ¿Qué es la artrosis?
- 3 ¿Cómo se produce la lesión?
- 4 ¿Qué circunstancias favorecen la aparición de artrosis?
- 5 ¿En qué zonas es más frecuente la artrosis?
- 6 ¿Cuáles son los síntomas?
- 7 ¿Cómo se diagnostica?
- 8 ¿Cómo se trata?
- 9 ¿Cómo se previene?
- 10 Glosario
- 11 Artículos de prensa
- 12 Imágenes
- 13 Vídeos
- 14 Intervención radiofónica
Por Dr. Antonio Rodríguez Carrión
La articulación
Se llama articulación a la zona donde se ponen en contacto dos o más huesos.
Las articulaciones que permiten gran amplitud de movimientos (hombros, codos, muñecas, dedos, caderas, rodillas, tobillos) están protegidas en su exterior por un tejido fibroso que forma como un manguito (cápsula articular). El extremo de los huesos que intervienen en la articulación está revestido de un tejido liso, resistente y elástico llamado cartílago articular, el cual reduce el rozamiento entre los huesos.
Revistiendo el interior de la cápsula y parte del cartílago articular hay un tejido muy fino llamado membrana sinovial, el cual produce el llamado líquido sinovial que actúa como lubricante de la articulación. En condiciones normales este líquido se fabrica en muy pequeña cantidad, pero cuando la articulación se inflama se produce en gran cantidad (derrame articular) y la articulación queda aumentada de tamaño.
Por fuera de la cápsula articular existen unos tejidos elásticos en forma de tirantes o cordones llamados ligamentos, que protegen las articulaciones y evitan movimientos forzados de éstas.
Con el envejecimiento, los componentes de las articulaciones y de los ligamentos pierden agua y otras sustancias, lo que determina pérdida de elasticidad articular (rigidez) y más propensión a lesiones (desgarros).
¿Qué es la artrosis?
La Artrosis (osteoartritis, artropatía degenerativa) es una enfermedad no inflamatoria de las articulaciones, crónica, caracterizada por degeneración del cartílago articular y por la presencia de cambios reactivos en la cápsula articular y en la epífisis de los huesos cercana a la articulación.
La frecuencia aumenta con la edad, afectando a 8 de cada 10 personas mayores de 80 años. Se calcula que en España hay aproximadamente 7 millones de personas con artrosis, aunque la mayoría no presenta síntomas.
Es más frecuente en las mujeres y en la población con mayor índice de masa corporal.
Después del resfriado es la causa más frecuente de visita al médico y la causa más importante de discapacidad en los países con más esperanza de vida.
¿Cómo se produce la lesión?
Al principio, aparecen pequeñas grietas en la superficie del cartílago y éste va adelgazando hasta llegar a ser tan fino que los huesos llegan a contactar, provocando que el hueso reaccione para reparar las lesiones y la zona de roce se hace más densa. Se forman pequeñas cavidades debajo del cartílago y en los bordes de la articulación algunas zonas del hueso crecen y originan excrecencias llamadas osteofitos.
¿Qué circunstancias favorecen la aparición de artrosis?
- Herencia.
- Sexo: más frecuente en mujeres.
- Edad: más frecuente conforme avanza la edad.
- Obesidad: provoca sobrecarga en caderas, rodillas, tobillos y columna vertebral.
- Posturas forzadas que sobrecargan las articulaciones: hábitos posturales en el trabajo (ordenadores), deporte profesional, mobiliario doméstico inadecuado, mucho tiempo de pie, tacones altos.
- Trastornos del desarrollo o enfermedades congénitas.
- Enfermedades: enfermedad de Paget, condrocalcinosis, diabetes, gota, artritis reumatoide.
¿En qué zonas es más frecuente la artrosis?
Cualquier articulación puede sufrir desgaste pero las más frecuentes ocurren en las manos, columna cervical y lumbar, caderas, rodillas y primer dedo del pie. Es raro que ocurra en tobillo, codo u hombro.
¿Cuáles son los síntomas?
En la mayoría de los casos no aparecen síntomas, pero cuando éstos se manifiestan el más llamativo y el primero en aparecer es el dolor, el cual mejora con el reposo y empeora al iniciar el movimiento y con el frío. También existe rigidez, la cual se presenta después de llevar bastante tiempo de reposo y es característico que dure menos de 30 minutos si se mueve la articulación. Ambos síntomas determinan disminución de la movilidad.
Pueden aparecer crujidos y aumento de volumen de la articulación por derrame articular.
Deformidad y aumento de tamaño de la articulación.
Los ligamentos que rodean la articulación pueden estirarse sin recuperar su estado inicial, lo que provoca inestabilidad (especialmente en la rodilla); o pueden quedar rígidos, todo lo cual disminuye la movilidad y ocasiona problemas para andar y para realizar otras actividades corrientes de la vida, por lo que la artrosis suele acompañarse de trastornos emocionales (ansiedad, depresión) y sensación de mala salud general.
¿Cómo se diagnostica?
Cuando aparecen síntomas, la anamnesis y la exploración hacen sospechar el diagnóstico, el cual se confirma con radiografías. Los cambios observados en las radiografías no guardan relación con la intensidad de los síntomas: pequeños cambios pueden ir acompañados de grandes molestias y, viceversa, muchas alteraciones en la radiografía no provocan síntoma alguno. En personas mayores de 60 años, 6 de cada 10 presentan alteraciones de artrosis en la radiografía, pero sólo 2 de cada 10 presentan síntomas.
Aunque la artrosis no produce alteración en los análisis, el médico los pide para descartar otras enfermedades reumáticas (gota, artritis reumatoide).
Si existen dudas para diferenciarlas con artritis inflamatorias por cristales o infecciones, se efectúa artrocentesis y se analiza el líquido sinovial. Si hay duda entre artrosis y metástasis en la columna vertebral se recurre a la gammagrafía ósea.
Los análisis de sangre u orina no muestran alteración que permita diagnosticar la artrosis.
¿Cómo se trata?
La artrosis no tiene cura por lo que el tratamiento va orientado a aliviar el dolor, mejorar la movilidad y frenar el avance de la enfermedad.
El tratamiento debe comenzar con medidas higiénico-dietéticas:
- Adoptar posturas correctas: las molestias aumentan con el uso de asientos y colchones demasiado blandos.
- Evitar sobrepeso.
- Ejercicios suaves (natación, pilates, bicicleta) la mayoría de los días de la semana, empezando con estiramientos para evitar desgarros de los ligamentos
- Masajes
- Bastones y muletas para evitar sobrecarga en rodillas o caderas.
Como calmante se utiliza el paracetamol. Si no mejora se puede añadir la aplicación de pomada de capsaicina (Sensedol®, Capsicin®), teniendo precaución de aplicar con guante y no tocarse la boca, los ojos o cualquier otra zona con mucosa, pues es muy irritante.
Si hay inflamación, se utilizan antiinflamatorios del tipo AINE (ibuprofeno, diclofenaco, Voltaren®) o anti COX-2 durante cortos periodos de tiempo.
Los antiinflamatorios AINEs aplicados en forma de crema tienen poca eficacia.
En algunos casos con inflamación y dolor muy intenso se recurre a inyectar corticoides dentro de la articulación.
La inyección intraarticular de ácido hialurónico también proporciona gran alivio en muchos pacientes.
La artroscopia permite efectuar lavados articulares, extraer cuerpos libres y reparar lesiones asociadas a la artrosis (por ej. la degeneración de menisco).
En caso de dolor incontrolable o grandes limitaciones de la movilidad se recurre a la prótesis.
¿Cómo se previene?
Actuar sobre los factores modificables: obesidad, traumatismos repetidos sobre las articulaciones, hábitos posturales, etc.
Glosario
Ácido hialurónico: Sustancia viscosa presente especialmente en el cartílago y en la piel. Entre sus propiedades destaca su gran capacidad para retener agua. En Medicina se utiliza frecuentemente para tratamiento de las heridas, lesiones en las articulaciones y material de relleno en odontología y cirugía. También es muy empleado en productos hidratantes de cosmética, tratamiento de las arrugas de la piel y en relleno de labios y pómulos.
Analgésico: Medicamento contra el dolor (por ejemplo, paracetamol, metamizol).
Articulación: Zona donde conexionan dos o más huesos.
Artrocentesis: Técnica diagnóstica que consiste en introducir una aguja dentro de una articulación y extraer una muestra del líquido que contiene para hacerle un análisis o examinarla al microscopio. Permite observar cristales (acido úrico, calcio), microbios, etc.
Artroscopia: Técnica quirúrgica que consiste en introducir dentro de una articulación un tubo que en su extremo lleva una luz y una lente, lo cual permite estudiar posibles lesiones. Por el interior del tubo se introduce pinzas y otros materiales que permiten obtener muestras de las lesiones o repararlas.
Cápsula articular: Cubierta dura y fibrosa que recubre y protege la articulación de cualquier movimiento anormal.
Cartílago articular: Cartílago liso que recubre el extremo de los huesos para facilitar el roce entre ellos.
Cartílago: Tejido elástico y resistente que forma parte de diversas estructuras del cuerpo, como la punta de la nariz, orejas, articulaciones, etc.
Ciclooxigenasa (COX): Proteína con actividad enzimática que interviene en la producción de prostaglandinas a partir del ácido araquidónico. Es inhibida por los antiinflamatorios AINES. El tipo llamado ciclooxigenasa-2 (COX2) interviene favoreciendo las reacciones de la inflamación.
Enfermedad de Paget: También llamada “osteítis deformante”, es una enfermedad en la que se produce inflamación y deformidad de los huesos. En España afecta a 1 de cada 50 personas mayor de 50 años.
Enfermedad degenerativa: Aquella en que los tejidos y órganos del cuerpo van perdiendo lentamente sus características y sus funciones principales.
Excrecencia: Proliferación de tejido que sobresale en alguna parte, especialmente en la piel, mucosas o hueso.
Gammagrafía ósea: Exploración que consiste en inyectar por vía intravenosa una sustancia radiactiva (tecnecio 99), la cual es absorbida por cualquier hueso enfermo o lesionado que esté en fase de cicatrización. Entre otras indicaciones, se emplea para diagnosticar metástasis en los huesos o cuando se sospecha una fractura que no puede observarse con otras pruebas.
Inhibidor de la COX-2: Medicamento antiinflamatorio que actúa como inhibidor selectivo de la ciclo-oxigenasa-2 (Ej.: celecoxib, etoricoxib).
Intraarticular: Dentro de la articulación.
Membrana sinovial: Delgado tejido que recubre el interior de la cápsula articular y fabrica un líquido lubrificante que facilita el movimiento de los huesos dentro de la articulación.
Osteitis (osteo= hueso ; itis=inflamación): Inflamación del hueso.
Prostaglandinas: Sustancias grasas que pueden producirse en toda clase de tejidos y actúan desencadenando reacciones químicas importantes en células y tejidos cercanos a donde son producidas. Las prostaglandinas no son hormonas, pues no se fabrican en glándulas ni ejercen su acción en lugares distantes a donde se producen. Hay diferentes tipos de prostaglandinas con acciones distintas, entre las que destacan el favorecer las reacciones inflamatorias, las contracciones uterinas, la fabricación de moco en el estómago y los procesos de coagulación. Algunos medicamentos antiinflamatorios (Aspirina®, indometacina) ejercen su acción bloqueando a ciertas prostaglandinas.
Artículos de prensa
Artrosis: una enfermedad que crece más de un 70% en 20 años – http://www.efesalud.com
Cómo convivir con la artrosis – http://www.lavanguardia.com
Imágenes
Zonas más frecuente con artrosis – http://1.bp.blogspot.com
Artrosis de cadera – http://artricenter.files.wordpress.com
Artrosis de rodilla (gonartrosis) – http://artricenter.files.wordpress.com
Vídeos
Artrosis de manos
Artrosis de rodilla
Artrosis de cadera