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Por Dr. Antonio Rodríguez Carrión.
¿Qué es?
El cáncer de cérvix es la aparición de un tumor maligno en el cuello del útero.
Es el más frecuente entre las mujeres jóvenes y el segundo más frecuente entre todas las mujeres.
La gran importancia del carcinoma cervical se debe a dos circunstancias:
- El cuello uterino contiene una gran red de finos vasos sanguíneos y linfáticos, a través de los cuales las células cancerosas pueden invadir órganos distantes (“metástasis”).
- Este cáncer es de lento crecimiento y ello permite su curación en todos los casos si se diagnostica a tiempo mediante la citología.
¿Por qué se produce?
Diversos factores favorecen la aparición de alteraciones en las células del cuello uterino (“displasias”) que pueden terminar en cáncer. Los más frecuentes son:
- Infección por algunos tipos del virus del papiloma humano (VPH): es condición necesaria pero no suficiente para la aparición de displasia y cáncer de cuello uterino.
- Tabaco: acción de la nicotina y la cotinina.
- Secreciones genitales masculinas.
- Dieta pobre en frutas y verduras.
Los factores nombrados acentúan su acción en diversas circunstancias:
- Muchos compañeros sexuales sin usar preservativo.
- Primer coito en edad temprana.
- Bajo nivel socioeconómico.
- Pertenecer a grupos sociales marginales (prostitutas, adictos a drogas y alcohol, portadores del virus del sida).
¿Cómo se manifiesta?
Puede no dar síntoma alguno hasta que el cáncer está avanzado.
Cuando aparecen síntomas, el más frecuente es hemorragia vaginal después de tener relaciones sexuales o entre las menstruaciones.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico precoz se obtiene mediante la recogida de células del cuello uterino y su estudio al microscopio; es la llamada «citología cervical», «prueba de Papanicolau» o «Pap» .
El diagnóstico de sospecha surge al aparecer hemorragia vaginal después de tener relaciones sexuales o al observar lesiones sospechosas en el cuello de la matriz al ealizar una colposcopia.
El diagnóstico de confirmación lo proporciona el estudio microscópico de una o varias muestras obtenidas de zonas sospechosas (prueba de Papanicolau).
Citología de cuello de útero
Se recomienda comenzar la citología a partir de los 3 años de comenzar las relaciones sexuales, pero no más tarde de los 21 años. Repetirla anualmente o cada dos años hasta los 30 años.
A partir de los 30 años edad se realiza cada 2 o 3 años si los resultados han sido normales en las tres últimas pruebas.
A partir de los 65-70 años no es necesario hacerla si las tres últimas pruebas han sido normales y en los últimos 10 años todos los resultados han sido normales.
¿Cómo se trata?
Si el tumor está en sus comienzos: cirugía o radioterapia.
Si el tumor está más avanzado: cirugía y radioterapia.
Si hay invasión de ganglios linfáticos y otros órganos: cirugía y quimioterapia.
¿Cómo se previene?
Vacuna contra el virus del papiloma humano: actualmente persiste controversia sobre el grado de utilidad de esta vacuna.
Hay total acuerdo en que no debe bajarse la guardia a la hora de adoptar medidas como el diagnóstico precoz (citología periódica) y actuación sobre los factores que favorecen la aparición.