Tema 8.- Cómo guardar los alimentos correctamente

por Dr. Antonio Rodríguez Carrión.

Guardar los alimentos de manera adecuada es esencial para prevenir enfermedades y asegurar que los productos se mantengan frescos y seguros para el consumo. A continuación, se detallan los principios básicos y las prácticas recomendadas para la correcta conservación de los alimentos, así como ejemplos de buenas prácticas y errores comunes a evitar.

Principios básicos de conservación de alimentos

  1. Temperatura: La temperatura es un factor crucial en la conservación de alimentos. Los alimentos perecederos, como carnes, pescados, lácteos y algunos vegetales, deben guardarse en el refrigerador a una temperatura de 4°C o menos. Los alimentos congelados deben mantenerse a -18°C o menos. Congelar en porciones individuales.
  2. Contaminación cruzada: Para evitar la contaminación cruzada, es vital almacenar los diferentes tipos de alimentos por separado. Los alimentos crudos, como carnes y pescados, deben guardarse en recipientes sellados y en las zonas inferiores del refrigerador, evitando así que los jugos escurran y contaminen otros alimentos.
  3. Embalaje adecuado: Utilizar recipientes herméticos o bolsas de almacenamiento adecuadas para cada tipo de alimento. Esto no solo previene la contaminación, sino que también ayuda a mantener la frescura de los productos.
  4. Etiqueta y fecha: Es importante etiquetar todos los alimentos con la fecha de almacenamiento, pues ayuda a utilizar primero los alimentos más antiguos y a evitar el consumo de productos que ya no son seguros.
  5. Rotación de alimentos: Aplicar el principio «primero en entrar, primero en salir» (FIFO: “First In, First Out”). Esto significa que los alimentos recién adquiridos deben colocarse detrás de los más antiguos para asegurarse de que se utilicen en el orden correcto.

Ejemplos de actuaciones correctas

  • Carnes y pescados: Colocar la carne cruda y el pescado en recipientes sellados en la parte inferior del refrigerador, pues es la más fría; además, con ello se evita que los jugos puedan gotear y contaminar otros alimentos. Congelar en porciones individuales y etiquetar con la fecha de congelación.
  • Lácteos: Guardar en los estantes del medio, donde la temperatura es más constante. Se debe mantener los productos en sus envases originales.
  • Pan y productos de panadería: Congelar en bolsas herméticas y descongelar solo la cantidad necesaria.
  • Sopas y guisos: Congelar en recipientes adecuados, dejando espacio para la expansión del líquido.
  • Frutas y verduras: Colocarlas en los cajones específicos del refrigerador, ya que estos mantienen la humedad adecuada y, además, están separados de los alimentos cocidos. Se recomienda usar bolsas perforadas para conservar las verduras de forma óptima.
  • Alimentos cocidos: Almacenar los alimentos cocidos en recipientes herméticos y colocarlos en las partes superiores del refrigerador. Siempre etiquetar con la fecha en que fueron cocidos para asegurarse de que se consuman dentro del tiempo adecuado.
  • Congelación correcta: Envolver los alimentos adecuadamente antes de congelarlos. Utilizar papel aluminio, bolsas de congelación o recipientes específicos para congelador. Es crucial etiquetar con la fecha de congelación.
  • Etiquetado: Etiquetar todos los alimentos con la fecha de compra y de caducidad.
  • Rotación: Utilizar el sistema FIFO para asegurar que los alimentos más antiguos se consuman primero.
  • Limpieza: Mantener el refrigerador y la despensa limpios y ordenados, y revisar regularmente los alimentos para desechar los que estén en mal estado.

Almacenamiento en despensa

  1. Cereales y legumbres: Guardar en recipientes herméticos para proteger de la humedad y los insectos.
  2. Aceites y vinagres: Almacenar en un lugar fresco y oscuro para evitar la oxidación.
  3. Enlatados y conservas: Colocar en estantes frescos y secos, y utilizar el sistema FIFO (primero en entrar, primero en salir) para asegurar el uso de los productos más antiguos primero

Ejemplos de errores frecuentes

  • No separar alimentos crudos y cocidos: Un error frecuente es almacenar carne cruda junto a alimentos cocidos o listos para comer. Esto puede causar contaminación cruzada y resultar en enfermedades alimentarias.
  • Dejar la carne y el pescado sin cubrir o en envases abiertos, lo que puede provocar contaminación cruzada y malos olores.
  • Carne y pescado: Congelar grandes cantidades juntas, lo que dificulta la descongelación uniforme y puede afectar la calidad.
  • Frutas y verduras: Lavar los vegetales antes de almacenarlos puede reducir su vida útil, ya que el contacto con el agua aumenta la humedad y favorece el crecimiento de moho y bacterias. Por lo tanto, es preferible lavarlos justo antes de su consumo.
  • No etiquetar alimentos: Guardar alimentos sin etiquetar con la fecha de almacenamiento puede llevar a olvidar cuánto tiempo han estado guardados, resultando en el consumo de productos en mal estado.
  • Sobrellenar el refrigerador: Llenar el refrigerador en exceso impide la circulación adecuada del aire frío, lo que puede resultar en temperaturas no uniformes y un almacenamiento ineficiente de los alimentos.
  • No ajustar la temperatura del refrigerador: Es un error común no revisar regularmente la temperatura del refrigerador y del congelador. Las temperaturas inadecuadas pueden provocar el crecimiento de bacterias y la descomposición de los alimentos.
  • Cereales y legumbres: Dejar en sus envases originales abiertos, lo que puede atraer insectos y humedad.
  • Aceites y vinagres: Guardar cerca de la estufa o en lugares cálidos, lo que puede acelerar la rancidez.
  • Enlatados y conservas: No revisar las fechas de caducidad regularmente, lo que puede llevar al consumo de productos vencidos.

Consejos prácticos

  1. Mantenimiento regular del refrigerador: Limpiar el refrigerador regularmente para evitar la acumulación de bacterias y moho. Revisar las juntas de las puertas para asegurar que cierren correctamente y no haya fugas de aire frío.
  2. Revisión de inventario: Realizar inspecciones periódicas del inventario de alimentos para identificar productos próximos a caducar y utilizarlos antes de que se echen a perder.
  3. Capacitación continua: Todas las personas que trabajan manipulando alimentos deben ser informadas periódicamente sobre las prácticas de almacenamiento seguro, y deben estar actualizadas con las normativas de seguridad alimentaria. Por ello, es aconsejable que los certificados que acreditan la formación sanitaria de los manipuladores de alimentos se renueven cada 5 años como mínimo.

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Almacenamiento de alimentos

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Cómo almacenar los alimentos de manera segura en casa
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