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Por Dr. Antonio Rodríguez Carrión.
¿Qué son?
Las vegetaciones o “adenoides” son dos pequeñas masas de tejido linfático semejantes a las amígdalas. Están situadas en la parte alta de la garganta, en la zona donde las fosas nasales se comunican con la faringe y junto a la desembocadura de las trompas de Eustaquio. También se las llama amígdalas faríngeas. Durante los primeros años de vida tiene una función defensiva frente a infecciones.
Las vegetaciones grandes pueden taponar la parte más alta de la nariz y las trompas de Eustaquio, dificultando la respiración nasal y la ventilación de los oídos. A veces son grandes ya desde el nacimiento, aunque la mayoría de las veces se producen por catarros frecuentes las molestias comienzan en el periodo escolar (3 a 6 años).
¿Cuáles son los síntomas?
Son derivados de no poder respirar por la nariz y de la gran cantidad de mucosidad que se produce:
- Respirar por la boca especialmente de noche (ronquidos), con mal aliento al despertar por la mañana debido a que la boca se seca.
- Voz nasal o gangosa (rinolalia).
- Mucosidad permanente por la nariz.
- Frecuentes infecciones de oído: debido al taponamiento de la trompa de Eustaquio.
- La continua respiración por la boca hace que el paladar se vuelva alto y estrecho, dificultando la salida de los dientes y dando un aspecto característico a la cara.
- Las vegetaciones grandes se asocian frecuentemente con amígdalas grandes, lo cual puede originar paradas respiratorias durante el sueño (apnea obstructiva del sueño).
¿Cómo se diagnostica?
- El diagnóstico de sospecha lo proporcionan los síntomas y signos.
- Mediante la exploración y radiografías, el médico observa el tamaño de las adenoides y la obstrucción que producen y confirma el diagnóstico.
¿Cómo se trata?
- Los síntomas se tratan con descongestivos nasales prescritos por el médico.
- Si existen signos de infección, se administran antibióticos.
¿Cuándo operar de vegetaciones?
A partir de los 6 años suele disminuir considerablemente el tamaño de las vegetaciones y desaparecer las molestias, pero si aparecen complicaciones (alteraciones en el paladar, infecciones frecuentes de garganta, apnea del sueño, otitis o bronquitis repetidas) es conveniente la intervención quirúrgica (adenoidectomía): con anestesia general se extirpa la masa de tejido adenoideo.
La intervención dura unos 10 minutos y en el mismo día suele darse el alta hospitalaria.
Si las amígdalas también dan problemas, se extirpan en la misma operación.