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Por Dr. Antonio Rodríguez Carrión.
¿Qué es la dermatitis atópica?
Es una enfermedad de la piel en que aparecen ampollas rodeadas de zona roja, con picor continuo y con escamas. Ya sea espontáneamente o por el rascado, las ampolla pueden romperse y se libera un líquido amarillento (suero) que forma una costra al secarse; la piel rota favorece la infección de la lesión (“impetiginización”). Con el tiempo, a consecuencia de las lesiones de rascado, la piel se hace dura y de color blanquecino nacarado (“liquenificación”).
Es más frecuente en niños (1 de cada 15) y en la mitad de los casos suele comenzar antes de cumplir el primer año de vida, desapareciendo en gran parte antes de los 3 años y apenas se ven en la adolescencia.
¿Por qué se produce?
Su causa es desconocida. Existe una excesiva producción de grasa por parte de las glándulas sebáceas. Su aparición es favorecida por múltiples factores:
- Predisposición alérgica: aunque esta enfermedad no es provocada por alergias, se observa con más frecuencia en personas con alergias a pólenes, ácaros, escamas de animales, alimentos (leche, tomate).
- Factores hereditarios: en más de la mitad de los casos hay antecedentes familiares de dermatitis atópica.
- Factores emocionales: estrés.
- Irritantes de la piel: resecamiento de la piel por baños muy frecuentes, aire frío y seco, contacto con sustancias químicas (pegamentos derivados del petróleo, cemento, mangueras de goma).
- Tintes y perfumes añadidos a jabones.
- Contacto con materias ásperas.
¿Dónde se localizan las lesiones?
Aunque la localización puede ser en cualquier parte del cuerpo, hay zonas predominantes según la edad:
Menores de 2 años:
- Cuero cabelludo, mejillas, tronco, codos y rodillas.
Niños mayores:
- Zona donde se dobla el codo, rodilla y tobillo, alrededor de la boca, mejillas, pies y manos.
¿Cómo se diagnostica?
- El aspecto de las lesiones y las condiciones de su aparición (edad, antecedentes alérgicos y familiares) proporcionan el diagnóstico.
- Si el diagnóstico no está claro, se realiza biopsia de piel.
¿Cómo se trata?
- Evitar en lo posible las posibles causas desencadenantes: alergenos (ácaros, escamas de animales), estrés.
- Utilizar hidratantes de la piel sin colorantes ni perfumes.
- Medicamentos: deben ser indicados por el médico (corticoides, inmunomoduladores tópicos, antibióticos si existe infección, etc.).
- En las zonas de piel engrosadas (“líquenes”), se utilizan cremas o ungüentos que contiene alquitrán de hulla.
- Se utilizan cremas protectoras que contiene ceramidas.
¿Cómo se previene?
- Usar humidificadores de la piel libres de tintes, olores, alcohol u otros productos químicos irritantes; los humidificadores ambientales son muy útiles.
- Recortar las uñas o usar guantes suaves para dormir para prevenir las lesiones por rascado.
- Evitar alimentos y sustancias que han comprobado desencadena el brote de eccema.
- Evitar estrés y cambios bruscos de temperatura.
- Usar guantes especiales “para dermatitis atópica” si existe riesgo de ponerse en contacto con sustancia desencadenante.
- Evitar baños largos y calientes.
- Evitar frotarse o secarse la piel enérgicamente.
- Aplicar lociones o cremas lubricantes después del baño.
- Los bebés alimentados con leche materna, al menos durante los primero cuatro meses, sufren con menos frecuencia la dermatitis atópica.
Glosario
Alergeno (de alergia y genos = yo engendro): Sustancia que el sistema inmunitario reconoce como extraña y da lugar a una reacción alérgica. Los alergenos pueden ser sustancias que penetran en el organismo (polen, microbios, fármacos, alimentos) o sustancias del propio cuerpo que han sufrido algún cambio (en ocasiones no sufren cambios sino que es el sistema inmunitario el que se altera y las reconoce como extrañas).
Atopia: Tendencia hereditaria a desarrollar ciertos tipos de trastornos alérgicos (eccema, asma, urticaria, fiebre del heno.
Eccema o ezcema: Inflamación de la piel caracterizada por enrojecimiento, sequedad, picor, escamas y grietas. A veces presenta líquido amarillento.
Emoliente: Sustancia de uso externo que sirve para lubrificar la piel, impidiendo la pérdida de agua y ablandando durezas o zonas inflamadas. Contiene grasas, humectantes y sustancias contra el picor.
Glándula sebácea: Glándula en la parte profunda de la piel cuya función es fabricar una sustancia rica en grasa que vierte en la raíz del pelo, desde donde sale al exterior para lubrificar la piel.
Glándula: Órgano que fabrica sustancias que sirven para regular o para facilitar el funcionamiento del cuerpo. Por ejemplo, el páncreas es una glándula que fabrica insulina; las glándulas salivares fabrican saliva, el tiroides fabrica hormona tiroidea, etc.
Humectante: Humidificador de la piel
Impetiginización: Infección de una lesión en la piel.
Inmunomoduladores tópicos: Medicamentos incluidos en cremas, pomadas o ungüentos que actúan regulando las reacciones de inmunidad que se producen en el ezcema. Entre ellos se encuentran el tacrolimus (Protopic®) y el pimecrolimus (Elidel®).
Reacción de inmunidad: Reacciones químicas defensivas que tienen lugar cuando el organismo identifica a una sustancia como extraña.