Los 500 ubriqueños emplearon todo tipo de objetos para hacer el mayor ruido posible y llamar, de este modo, la atención del resto de vecinos que no se sumaron a las protestas, para que lo hicieran. Para ello emplearon tambores, trompetas, bocinas, cencerros, cacerolas, panderetas y demás artilugios con posibilidad de hacer ruido al ser golpeados.
Esta protesta se ha producido a pesar de la rotundidad con la que se expresó el delegado provincial de Sanidad, Hipólito García, en su última visita a Ubrique, en la que afirmó que estas demandas solicitan algo que «es materialmente imposible de dar, algo que saben los propios organizadores desde el principio». A pesar de ello, la plataforma ciudadana que se ha conformado en torno a estas demandas ha asegurado que «no vamos a parar hasta que se consiga lo que pedimos, porque es justo y es fácil de dar».
Además de las protestas, la plataforma repartió 3.000 hojas de balance de las movilizaciones de 2006 y anunció que «se han encargado 500 pancartas para colgar en los balcones ubriqueños con el lema Ubrique por especialistas ¡ya!