Ubrique: Más de 8.000 vecinos esperan más de siete días para ver a su médico
En Ubrique no necesitamos que un Excel nos diga que “todo va bien”. La verdad está en la sala de espera: pacientes que aguardan más de siete días para conseguir cita, colas desde la madrugada para lograr un hueco, y profesionales exhaustos que hacen malabares para atender con dignidad.
Una vecina lo contaba con resignación: “Llego al centro a las seis de la mañana, porque si no, sé que me quedo sin cita”. Y un médico de familia lo resumía con crudeza: “Me formé para cuidar, no para apagar fuegos cada mañana”. Esa es la verdad que no aparece en los informes oficiales.
Es justo reconocer que el SAS ha realizado en los últimos años esfuerzos para mejorar la Atención Primaria, como la implantación de la cita telefónica, modernización de equipos materiales, Plan 72 horas, enfermera de acogida, consultas extras de “continuidad asistencial, incrementos de plantilla y de salarios, reducción formal de las agendas médicas, entre otros. Sin embargo, esas medidas, aunque bienintencionadas, han resultado insuficientes frente a la magnitud del problema.
Según el SAS, “la demora media en Atención Primaria se sitúa por debajo de los 3,5 días” (nota de prensa, abril 2025). Sin embargo, en Ubrique, más de 8.000 vecinos superan los siete días de espera. La distancia entre el discurso oficial y la experiencia ciudadana es cada vez más difícil de justificar.
De este contraste entre estadísticas maquilladas y la vida real extraemos cinco conclusiones que deberían guiar a la Consejería de Salud de Andalucía si realmente quiere mejorar la Atención Primaria.
1. La desconexión de la Consejería con la realidad asistencial
Los altos responsables de la sanidad andaluza manejan cifras, pero raramente se sientan en las salas de espera los centros de salud para escuchar a pacientes y profesionales. Las medias estadísticas pueden ser útiles, pero solo cuando reflejan la experiencia diaria. Si se usan como maquillaje para notas de prensa, se convierten en un engaño.
La sanidad no se mide por un promedio de demora en toda Andalucía, sino por el tiempo que espera cada vecino de Ubrique, cada anciano que necesita ver a su médico o cada madre que acude con su hijo. La realidad no está en un Excel: está en las salas de espera, en las colas al amanecer y en la frustración de quienes se sienten ignorados.
2. La debilidad de los cargos intermedios
Un sistema sanitario depende de la fortaleza de sus directores de centros de salud. Si estos cargos carecen de formación, implicación y capacidad ejecutiva, el centro se convierte en un barco a la deriva. Eso ha ocurrido en Ubrique durante años, y probablemente en muchas otras localidades andaluzas, independientemente de lo que digan “los papeles” con cifras estadísticas que no reflejan la realidad.
La paradoja es evidente: nunca antes Andalucía tuvo tantos profesionales y recursos materiales en Atención Primaria, y, sin embargo, nunca hubo tanta crispación. Esa brecha solo se explica por una gestión ineficaz en los niveles intermedios, que han fallado en la misión de organizar agendas, redistribuir funciones y, especialmente, transmitir fielmente a la Consejería lo que ocurre en la calle.
Por ello, es imprescindible reforzar la preparación y la capacidad de gestión de los directores de los centros de salud. No se trata de que actúen como meros “apagafuegos” de conflictos cotidianos, sino de que ejerzan un liderazgo real, con formación en planificación, coordinación de equipos y comunicación efectiva con la ciudadanía. Solo así podrán garantizar que los recursos disponibles se traduzcan en una asistencia de calidad y en una Atención Primaria fuerte y sostenible.
3. La falta de educación sanitaria ciudadana
No podemos pedir un uso responsable de los recursos sin información clara y accesible. Se necesitan campañas permanentes, mediante hojas informativas en centros de salud, farmacias y a domicilio, que expliquen cómo cuidarse y cómo usar adecuadamente los servicios.
La ciudadanía debe saber distinguir una urgencia real de lo que no lo es, comprender qué significa “no demorable” frente a “urgente”, y conocer recursos como el Plan 72 horas o las citas reservadas que gestiona la enfermera de acogida.
La educación sanitaria empodera:
- Ayuda a resolver en casa pequeños problemas de salud.
- Evita saturar consultas presenciales con casos que pueden atenderse por teléfono en cinco minutos.
- Reduce la crispación y genera confianza en el sistema.
- Un ciudadano informado no es una carga: Es un aliado imprescindible.
4. La sobrecarga estructural de los médicos de familia
Durante décadas, en Andalucía los médicos de familia llegaron a atender 45 o 50 pacientes diarios, a cinco minutos por persona. El referente mundial en Atención Primaria, Julián Tudor Hart, lo expresó con crudeza:
“Consultas de 5 minutos son más propias de la atención veterinaria que de la atención médica. Supone tratar a las personas como si fueran ganado.”
Hace siete años, la norma redujo las agendas a 35 pacientes diarios y fijó 10 minutos por consulta. Sobre el papel, parecía un avance. En la práctica, el “paciente sobrante” quedó sin solución. Miles de andaluces son hoy esos “pacientes sobrantes” que no encuentran cita en el plazo razonable.
Además, el aumento de 5 a 10 minutos por consulta debía ir acompañado de una reducción adicional de pacientes para liberar tiempo a funciones esenciales: promoción de la salud, reuniones de equipo, coordinación, estudio y actualización científica. Nada de eso se ha hecho. Hoy, un médico de familia apenas dispone de 20 minutos diarios para todo ello, lo cual es a todas luces insuficiente.
La consecuencia es clara: más demoras, más frustración y más sensación de abandono.
Ética profesional y estándares internacionales
- El Código de Deontología Médica establece que “el médico debe disponer del tiempo suficiente para atender con calidad a cada paciente” (art. 26).
- Las sociedades científicas recomiendan un máximo de 25 pacientes diarios para garantizar atención integral. En Ubrique, ese límite se supera sistemáticamente.
Lo que dicen los profesionales
- “No es que falten ganas: Faltan minutos. Y eso no se puede suplir con vocación.” — Médico de familia
- “La urgencia se ha convertido en la única puerta de entrada para muchos pacientes.” — Profesional de urgencias
- “La recepción es el muro de contención de la frustración ciudadana. Y no tenemos refuerzos.” — Administrativa de centro
Esta situación no solo vulnera el derecho del paciente a una atención digna, sino también el derecho del médico a ejercer su labor con calidad, seguridad y respeto a su vocación. El Colegio Oficial de Médicos de Cádiz y el Sindicato Médico de Andalucía han denunciado reiteradamente que la sobrecarga asistencial compromete la ética profesional, la salud laboral y la calidad del sistema.
5. La ausencia de participación ciudadana real
Existen consejos de salud y foros participativos, pero rara vez tienen voz vinculante. En Ubrique, el Consejo Local de Salud ha demostrado ser un instrumento útil para recoger demandas ciudadanas y trasladarlas con rigor. Pero si la Consejería no escucha ni actúa en consecuencia, todo se queda en papel mojado.
La reducción de tres hospitales de referencia (Jerez, Ronda y Villamartín) a uno privado-concertado es un ejemplo sangrante: una decisión que recortó derechos sin contar con los afectados. Esa es la razón por la que los ubriqueños sienten un agravio comparativo respecto a otras localidades.
La atención sanitaria digna no es un privilegio: es un derecho reconocido por la Constitución Española (art. 43) y el Estatuto de Autonomía de Andalucía (art. 22). Y un derecho solo se garantiza cuando la ciudadanía puede defenderlo de forma efectiva.
Alineación institucional
Estas propuestas se alinean con el Plan Estratégico de Atención Primaria de Andalucía 2023–2027, que reconoce la necesidad de reforzar la participación ciudadana, mejorar la gestión local y reducir las demoras asistenciales. Ubrique puede ser el piloto que convierta ese plan en realidad.
Coordinación entre niveles asistenciales
La mejora de la Atención Primaria en Ubrique también pasa por reforzar la coordinación con los hospitales de referencia. Una comunicación fluida entre médicos de familia, especialistas hospitalarios y enfermería evitaría duplicidades, agilizaría diagnósticos y reduciría derivaciones innecesarias. Esta coordinación debe basarse en agendas compartidas, canales directos de consulta y protocolos conjuntos.
Propuesta específica para urgencias y recepción
Se propone reforzar el servicio de urgencias con un segundo profesional en horario punta y dotar a recepción de herramientas digitales para gestionar citas con mayor agilidad. Estas mejoras reducirían el colapso y mejorarían la experiencia del paciente desde el primer contacto
¿Qué puede hacer cada ciudadano?
- Participar en el Consejo Local de Salud y proponer mejoras.
- Solicitar hoja de reclamaciones si no consigue cita en plazo razonable.
- Difundir información sanitaria responsable en su entorno.
Porque un ciudadano informado no es una carga: es un aliado imprescindible.
Conclusión: Hechos, no excusas
Ubrique lo tiene claro: queremos hechos, no números maquillados. Queremos gestores competentes, agendas realistas, ciudadanos informados y un sistema que respete derechos, no que los recorte.
Ubrique ha demostrado que la ciudadanía organizada puede diagnosticar, proponer y dialogar con rigor. El Consejo Local de Salud, el Ayuntamiento y los colectivos profesionales han trabajado con responsabilidad y transparencia. Esta propuesta no es una queja: es una invitación a construir juntos.
La pelota está en el tejado de la Consejería. Ubrique ya ha diagnosticado los problemas, ha planteado soluciones y ha mostrado disposición al diálogo. Ahora toca actuar.
La reunión mantenida en el Ayuntamiento de Ubrique con la Delegada Territorial de Salud el pasado 3 de septiembre fue extensa, respetuosa y sin retórica. Le agradecemos sinceramente sus más de tres horas de escucha activa y el haber recorrido expresamente más de 100 kilómetros desde Cádiz para atendernos. Sin embargo, de nada sirve una amplia y cordial reunión con la Delegada Territorial de Salud si después, en tiempo y forma, los problemas en la asistencia sanitaria de Ubrique siguen igual que siempre.
Las puertas al diálogo institucional siguen abiertas. Ubrique invita a la Consejería de Salud a sentarse con el Consejo Local de Salud, el Ayuntamiento y los profesionales para construir juntos soluciones duraderas. La colaboración leal entre ciudadanía e instituciones es la vía más rápida para recuperar la confianza y garantizar el derecho a la salud.
Ubrique no es una excepción. Según datos de asociaciones médicas, más de 300 municipios en España presentan demoras superiores a cinco días en Atención Primaria. Lo que se propone aquí puede ser replicado en toda Andalucía y más allá.
Sanidad digna, ya.
Ubrique no puede esperar más.
Antonio Rodríguez Carrión
Portavoz de los colectivos ciudadanos del Consejo Local de Salud. Presidente del Observatorio de Salud “Especialistas ¡YA!”

